lunes, abril 28, 2008
Teoría del Deporte II - Alan, circa 1997
Por supuesto, yo sufría por no poder hacer a mis hijos de Boca. Ya se sabe, un padre puede permitir que su hijo se haga budista, pero jamás que cambie de equipo. Y no era fácil. No ganábamos nada, como River, y yo no tengo la mística sufrida del hincha de Racing.
Así y todo, Alan vino un día a decirme:
- Papi, voy a ser hincha de Boca, porque sabés quién me dijo que sea hincha de Boca?
Pensé en la madre, que aunque es del Rojo, quizá quería que me siguiese a mi. Pero no. La ayuda vino de más lejos.
- ¿Quién te dijo que seas hincha de Boca?
- Dios.
Y ya se sabe, lo que dice el Barbeta, es Ley.